Atrapa a los Malos [Misión C]

por **Noctis Nightray** Sáb Sep 03, 2011 12:05 pm

Cansado y algo harto ya de la petulante rutina diaria el joven Noctis, a petición de uno de los Jonnin se acercaba con enervante lentitud hacía el Despacho del Mizukage, al parecer este tenía una misión para él. Noctis odiaba tener que realizar misiones que, lo más probable fuera que ninjas más cualificados que él se hubiesen negado a rechazar por los motivos que fuesen. Al menos esperaba que no le resultase especialmente difícil. En la lejanía se podía observar ya como de manera un tanto majestuosa se alzaba el edificio donde el Kage de la Nación gobernaba y dirigía a sus normalmente sumisos y estúpidos súbitos.Con un sonoro suspiro Noctis acortó las distancias hasta situarse a apenas unos pasos del lugar donde se celebraría aquella inesperada reunión.

Era difícil mantener la cabeza fría y distante en un día como aquel, el atípico Sol matutino era para Noctis el peor enemigo al que se debía enfrentar diariamente, no le gustaba la forma en que este quemaba su casi albina piel, no en vano ese era el principal motivo por el que el joven Noctis había ido a parar a aquella yerta aldea, por desgracia, aquel día rompía con todos los moldes que en su mente se formaban. Finalmente atajó de manera rápida la distancia que le separaba de la “Mansión” y se situó enfrente del gran portón que presidía la entrada a la casa del Kage. Se notaba que le esperaban, pues al verle los dos Ninjas de Rango ANBU que custodiaban la entrada se apartaron con total tranquilidad, sabiéndose superiores a él, o al menos creyéndoselo.

Atravesó el amplio edificio con calma intentando recordar los anteriores viajes que había tenido que hacer hasta allí, le costaba un poco pues por mucho que lo intentaba era incapaz de acordarse de aquel tipo de detalles que para él escaseaban de importancia realmente. Al cabo de 5 minutos, un malhumorado Noctis, tal y como siempre salía del Despacho del Mizukage, atravesó el camino de vuelta hacía el exterior, sin embargo, a diferencia de la anterior vez esta vez lo hizo de manera rápida y silenciosa.

Una vez estuvo en el exterior miró al cielo, se había alzado la típica niebla característica de aquella villa lo que dificultaba el conocer la hora exacta del día. Cogiendo el camino que llevaba a la frecuentemente robada tienda de comestibles. ¿Por que alguien se limitaría a tan estupidos robos? Noctis no lograba comprender la psique humana y eso le causaba frecuentes dolores de cabeza. En cualquier caso debía olvidarse de esas estupideces, su misión era detenerles y eso haría sin importarle quienes fuesen o sus verdaderas intenciones, nunca le había gustado dejarse llevar por sentimentalismos, es más los consideraba fuente de todo problema ¿Porque los hombres no podían ser racionales? Eso era algo que no entendía realmente.

La noche cayó con un inesperado velo de quietud. Noctis hacía ya bastante tiempo que, paciente esperaba en el tejado de aquella tienda movimiento sospechoso alguno, no tardo en darse. Unos cuantos hombres, forzaron con facilidad la entrada a la tienda, al parecer tenían bastante experiencia anterior por lo que no les costó demasiado. Ninguno de ellos parecía ser ninja o al menos sus rudimentarios movimientos así lo indicaban, le sería bastante fácil retenerlos.

Con un suave salto cayó al suelo aterrizando con el pie derecho mientras sus manos realizaban unos sellos a una enorme velocidad, muy superior a la usual, los ladrones sorpredidos no pudieron evitar mirarle y eso los condujo a su perdición. Noctis, sometiendolos a un Genjutsu los mantuvo quietos durante el tiempo suficiente para retenerlos.

por **Tōshirō** Sáb Sep 03, 2011 12:40 pm

Misión Valida. Ya te doy los Ryous.

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