[Inicio de Saga] Despertar de los Caballeros

Angel de paz, melodía y silencio que quedo en el final. Vuelve la rosa negra, devuelveme el pasado perdido. Dale sentido a este mundo sin lógica de ser, dame una razón y sumeme en tus tranquilizadoras palabras.
Tu melodía hecha para mi ha llegado, ya no hay forma de detener lo inevitable. El Fin es todo y nada. La justicia y la verdad no son clementes, ni ahora ni nunca.

Mi cuerpo se lanzó a gran velocidad y entró en la cascada. Aterricé sobre el suelo rocoso de la cueva, oculta detrás de la cascada.
Mi dedo se dezplazó por el aire, y unos extraños símbolos color carmesí surgieron a su paso. Tras hacer un circulo perfecto, mi mano con la palma abierta se colocó en el centro y desaté... la luz. Los recuerdos olvidados de una anterior vida, los sentimientos enterrados que una vez estuvieron destinados a nunca salir...

-"Haz que mi espada se alce seguida de la sombra de la verdad"-

Segundos después, a la vista exterior...

Un gran rayo de color blanco y negro surgió de detrás de la cascada del famoso Valle del Fin. La estructura de la cascada se alteró, y el camino de esta se dividió en dos, dejando entre la distancia de una de otra una oscura cueva a plena vista. En esa cueva se movió algo...
Una persona vestida con una armadura negra apareció al borde de la cueba, pero una sombra impedí verle el rostro. Unos cabellos blancos llegaban asta la cintura del Caballero Celestial.

Off: los caballeros han despertado.

Off// goku95123, si eres over, te recomiendo salir corriendo.
No entendí tu comentario ._.

Off: no postees aqui, dios mio. Este es el inicio de la saga, y vas y posteas un off diciendo eso... para ello me envias un mp preguntando y ya esta. eso que esta en mi firma no tiene nada que ver con todo esto.
Y el motivo por el que ves tu nombre es por un codigo especial, ¿no crees Invitado?

Ese día parecía normal, no había ninguna diferencia apreciable, aun así, me mostraba en tensión. Era muy entrada la noche, y aun así, no había podido dormir. Lo había intentado, pero me había sido imposible, así que me levanté, me dirigí hacia fuera de mi casa. Tras andar por distintos lugares, decidí entrenar cerca de mi casa con mis insectos, pero, tampoco lograba concentrarme. Todo me salía mal, y no sabía porqué. Pero, algo muy dentro de mí, lo sospechaba.

Algo me decía que hoy era un día muy diferente a todos. Que hoy pasaba algo. Y eso era algo, que a la vez que me extrañaba, me llegaba a desquiciar, pues esto no me permitía concentrarme. Llevaba todo el día así, y no había podido entrenar, ni hacer absolutamente nada, y mientras mi mente me decía que todo estaba normal... mi subconsciente me decía que era distinto. No decía a quien creer, pero la verdad, me daba igual. Creyera lo que creyera, hoy me tocaba permanecer en este estado dubitativo, sin poder hacer nada. Llamadlo presentimiento, si así queréis llamarlo. Es lo más cercano que lo describe, pero... nunca había tenido un presentimiento así.

Me acosté en el suelo, a falta de poder hacer otra cosa, sin notar el césped del suelo acariciando mis brazos y piernas, pues era un contacto muy parecido al de cuando andas insectos por tu cuerpo. Y eso era algo que yo sentía a diario, así que estaba acostumbrado a sentirlo. Estuve dándole vueltas a la cabeza, pensando, mientras observaba el cielo estrellado, con una luna coronando esa gran manta azul, y me dejé llevar por su belleza unos instantes... cuando pasó algo que hizo que mi corazón dejara de latir, que mis pulmones ya no respiraran y que en resumen, todos mis sentidos desaparecieran. Todos excepto uno, y ese era el de mi vista, que se había quedado clavada en un punto del cielo, un punto del cielo en el cual apareció un gran destello de luz que cubrió todo el cielo. Como si un rayo que amenazara con destruir la tierra... un rayo impresionante, que estaba seguro, la mayor parte del mundo la vería. Pero no era un rayo normal. Era un rayo que salía hacia arriba. Pero no era un rayo normal, era un rayo demasiado grande, demasiado poderoso... un rayo que ningún shinobi podría lanzar, sin importar su fuerza. Un rayo... que significaba mucho: significaba el comienzo de una nueva guerra.

Aún permaneció en el cielo el destello del rayo que lo cruzó, y hasta que no pasó un rato no se desvaneció del todo no fui consciente de nada. Mi mente se había quedado en blanco, al igual que mi cuerpo. Solamente cuando el cielo ya no mostraba síntomas del rayo, parecí recordar como se respiraba, pues pude por fin respirar a bocanadas de aires por el tiempo que permanecí sin hacerlo, además, mi corazón se aceleró fuertemente. Me levanté rápidamente, pero me mareé, y tuve que apoyarme a un árbol que estaba cerca mía, si no habría caído al suelo. Necesité un rato para poder caminar, pero mientras descansaba en el árbol, fui formando en mi mente las imágenes que aparecían rápidamente. Pronto acabé por captar lo que, en el fondo, sabía ya: Los caballeros habían despertado.

Mi padre me había contado sobre eso hace mucho. Él no era un caballero, pero su padre sí. Y desde pequeñito me contó que algún día vería un rayo de gigantescas dimensiones cruzando el cielo. Cuando lo viera, tendría que ir urgentemente al valle del fin. Yo siempre me había tomado eso como un cuento, o una leyenda, nunca había creído que eso fuera real. Pero ahora lo había visto con mis propios ojos. No podía significar otra cosa: todo lo que me contó mi padre era verdad. Soy un descendiente de los caballeros... y los caballeros habían despertado.

Empecé a caminar hacia mi destino. Sabía que cuando llegara ahí iba a entrar en un nuevo tipo de misión. Pero esta misión superaría, podría decir que duplicaría, e incluso triplicaría, a una misión de rango S. Esta misión era una misión en el que se apostaba el futuro del planeta entero. Era una guerra, donde yo jugaba con un papel muy importante, y donde ya lo sabía... posiblemente iba a morir, pero, tenía que ir a cumplir esa misión. Porque en mis venas corría la sangre de los caballeros. Tenia que salvar el hogar de mis antepasados...

Casi ni noté como caminaba, como me dirigía, en tranquilidad, al lugar donde empezaría todo. Mi mente estaba ocupado pensando en qué vendría ahora, en qué tendría que hacer, que mis pies solo se movían, instintivamente, al valle sin fin. Por eso no pude decir cuánto tardé en llegar, pero, llegué, y eso es lo que realmente importa.

Me quedé un rato impactado, si es que aún podía impactarme más de lo que estaba hace un rato, al observar el terreno que antes habría reconocido como el valle del fin, pero que ahora estaba destrozado. Después de poder desviar la imagen de la enorme cascada destrozada, pude fijarme en dos personas, primero, alguien que estaba en la orilla del río, y luego, alguien al que no podía mirarle el rostro pues se lo tapaba una sombra, y que se encontraba en una cueva que había permanecido oculta detrás de la cascada -¿a quién se le habría ocurrido que detrás de la cascada había una cueva?-.

Primero razoné que es lo que iba a hacer. Me había quedado parado en un sitio, pensando. Mi mente estaba muy liada, no entendía nada... así que decidí preguntar. Lo primero que pensé sería pensar en quienes de los dos servirían para interrogarles, y al final decidí preguntar al que estaba en orilla, por la simple razón de que entrar en una cueva sospechosa no era la mejor opción que podía encontrar, si soy sincero, así que me acerqué al que se encontraba en la orilla del río, y le empecé a hablar.

-Eem...-carraspeé un poco antes de seguir hablando.-Me puedes aclarar...-No me aclaraba que decir, intenté buscar las palabras perfectas, pero me resultó un poco difícil en el estado de shock que me encontraba.-qué... qué... ¡¿qué diablos ha pasado aquí?!-Vale, no fueron las palabras más perfectas, pero dije lo que realmente pensaba. Tras decir esto, me quedé esperando una respuesta, mientras mi corazón no dejaba de palpitar fuertemente.

Hoy me había sentido un poco extraña apatir de bien pasada la tarde pero no sabia el porque de esa sensación así que simplemente la ignore todo lo que pude no me podía permitir dejar de hacer mis cosas cuando aun tenia que hacer, eso si me fui a dormir pronto ya que no tenia ganas de hacer mucho simplemente hice lo que era necesario.

Me quede dormida enseguida y perdí la noción del tiempo de manera que no sabia cuanto tiempo había pasado cuando un ruido bastante fuerte me despertó de forma brusca y haciendo que saltara de mi cama y me pusiera a mirar mi cuarto bastante nerviosa ya que me había sobresaltado. Mire a mi alrededor pero en mi cuarto no vi nada por lo que salí de este para ver el resto de la casa ya que había sido un tanto extraño ese ruido; llegue al pequeño salón de la casa y volví a mirar con atención pero no veía nada fuera de lo normal pero de pronto vi una sombra en el suelo que estaba proyectada por la tenue luz que entraba por la ventana para después escuchar otra vez el mismo ruido de antes que era como si se hubiera roto algo así que me dirijo hacia el ventanal mientras concentraba algo de chacra en mi brazo derecho, solo era mera precaución no me podía confiar,aunque cuando salí a la pequeña terraza me di cuenta de que no había hecho falta tanto ya que simplemente era mi aguila, Kira, mejor dicho a la que solia invocar cuando me hacia falta reconocer un terreno o hasta para cuando me apetecia verla- ¿pero que esta haciendo aqui? si no la e invocado.... que raro...- por lo que podía ver había tirado un par de cosas pero no importaba así que me acerque a ella y puse mi brazo y esta se puso en el mientras me sentaba en la barandilla de la terraza, la cual era bastante ancha así que se estaba cómodo, y apoyada con la espalda en una pared; pase la mano que tenia libre por la cabeza de Kira pasándola por su lomo sin decirle nada pese a que era extraño que estuviera aquí pero no importaba.

Ya me quede hay en la terraza acariciando a Kira a la vez que miraba un poco el cielo pensativa y de manera totalmente tranquila, aun no me había parado a ver que hora era pero daba igual ya no me dormiría me había desvelado gracias a mi amiguita.Suspire un poco cuando una luz me llamo la atención una potente luz de un rayo que salia de la tierra me levante sobre todo por que Kira se había revolucionado por el rayo poniéndose muy nerviosa- ya esta tranquila...- la cogí como pude para que se tranquilizara y seguí mirando el rayo extrañada ya que por alguna razón mi mente me decía que tenia que ir a ver que pasaba aunque no me acordaba del motivo en concreto pero era por algo que mi madre me había contado, rápidamente deje a Kira en la barandilla para entrar corriendo a mi cuarto para cambiarme y coger todas mis cosas y salir a la terraza otra vez para subirme a la terraza- vamos Kira - di un salto desde hay ya que la altura no era muy alta y la caída seria suave.

Salí de la aldea corriendo en dirección al valle del fin, el motivo un leve recuerdo me decía que tenia que ir a ese lugar pese a que aun no me acordaba del todo, no tarde una cosa exagerada en llegar ya que use un par de cosas para acelerar mi velocidad; Kira iba por encima mía y adelantada a mi para ir vigilar el camino antes de que yo llegara. Al llegar al lugar me sorprendí por que no estaba como yo pensaba que era el sitio antes de llegar Kira a través de su habilidad me había enseñado de que había mas gente y para mi sorpresa los conocía a todos por lo que le ordene que viniera a donde estaba yo lo cual era a varios metros de ellos ya que mientras se lo estaba diciendo había acelerado el paso; Kira esta se me poso en mi hombro y un poco en mi brazo ya que mi hombro se quedaba un poco pequeño aun para ella pero no importaba, me acerque a ellos poniéndome al lado de mi hermano - hola.... parece que no fui la única que vio lo que paso.... que por cierto me podéis decir que pasa...-los mire bastante curiosa ya que aun no entendía del todo lo que sucedía pero si estaban aquí era por algo así que decidí esperar un poco a ver si me respondían o a ver si pasaba algo mas.

Todo actuó de una forma realmente extraña, todo había que decirlo. Primero, pude notar sin demasiada dificultad que el joven al que pregunté actuaba de una forma muy extraña. Primero se tapó su ojo, no sabía porqué, y luego posó su mano en mi hombro. Podría haberse notado con insultante facilidad mi rechazo hacia esta confianza, si no fuera por mi bendita gafa de sol y mi cuello alto, que al taparme casi completamente el rostro hacía que mis sentimientos estuvieran escondidos para mí dentro, lo que se volvía realmente útil en momentos como este. No era lo mejor que podía hacer mostrar desprecio hacia, quizás, la única persona que me podría ayudar a aclararme sobre este peculiar tema.

Me percaté de que alguien se acerca a mí, así que giré la cabeza, intrigado por quien pudiera ser. Hubiera girado el cuerpo entero, pero no pude, pues tenía la mano de la otra persona en mi hombro. La verdad, no pude descifrar que fue lo que sentí al contemplar que era mi propia hermana la que estaba junto a mí. Claro, todo tenía sentido, era nuestro abuelo el caballero... pero no había pensado hasta ahora que ella también tuviera que jugar parte en esta guerra donde posiblemente podría morir. Seguramente, verla morir a ella me parecía algo mucho peor que morir yo. Iba a hablarle, pero antes de que pudiera, la otra persona empezó a hablar.

Pero pronto me di cuenta, al escuchar sus palabras, que no estaría dispuesto a aclararme el asunto, si no liarme aún más, pues de sus bocas salieron palabras realmente complicabas, e increíblemente, el grado de complicación iba aumentando por cada palabra que decía. La primera vez que me habló no logré captar nada, pero memoricé sus palabras, y una vez las dijo, estuve recapacitando sobre ellas unos momentos, intentando sacar de estas palabras algún significado, y con mucho esfuerzo, llegué a sacar unas cuantas ideas del significado, pero solo eran ideas, y la verdad, ninguna llegaba a ser de gran interés, así que no tardé en dejar de lado en tema, pues sabía que por mucho que lo intentara no conseguiría sacar ninguna información.

No tardó demasiado, por suerte, en quitarme la mano de encima, algo que me llenaba de satisfacción y alivio, pese a que sabía que esto era una idiotez, no me importaba. Observé como me había soltado porque se estaba moviendo, se dirigía a otro lugar. Decidí seguirlo, pero antes de hacerlo recordé que mi hermana estaba a mi lado, y seguramente estaría tan confusa como yo. No se me podrían ocurrir ninguna palabra que decirle, de todas formas, no podría explicarle sobre algo que no entendía, así que acabé por decirle únicamente:

-Hermana, acompáñame.-Sabía que tendría que responder más cuando me pidiera explicaciones, pero por ahora, con eso bastaba. Luego, tras pronunciar esas palabras, me dirigí al lugar donde se había ido la otra persona, y me paré en seco al contemplar un extraño signo en el lago. Traté analizarlo brevemente, pero al igual que las palabras del otro, no pude descifrarlo. Era un signo bastante curioso... y solamente cuando vi una sombra en el lago, pude darme cuenta de que había alguien planeando en el cielo, así, sin más.

No me había dado cuenta hasta ahora de él, esto se podría deber seguramente a que había quedado un poco un poco... diría que lo que mejor lo describe sería... alejado del mundo exterior. Pero ahora que me había fijado en él, ya no podía apartar la mirada. Estaba... caminando sobre aire. No parecía ser un jutsu, al menos no uno normal y corriente. Conocía shinobis capaz de dejar que le crecieran alas para volar, pero nunca a shinobis que planeaban sobre el cielo, así, sin más.

Tras un tiempo, cuando logré despertar de lo que parecía un largo sueño causado por tal imagen, lo primero que llegó a mi mente es que estaba más confuso que nunca llegué a estar. Que por primera vez en mi vida... no entendía nada. Mi cabeza me dolía horriblemente, y mi viste empezaba a nublarse. Creí por unos momentos que acabaría por desmayarme, pero haciendo uso de mi fuerza de voluntad, permanecí de pie, agotado mentalmente. Estaba realmente cansado de no saber nada, y nadie quería explicarme que significaba todo esto, así que, se podría decir, que estaba a punto de estallar en ira. Me tuve que mantener para no gritar fuertemente "¡¿Qué pasa aquí?!". Al final, simplemente, me quedé en el sitio, sin hacer completamente nada, esperando que de una vez ocurriera algo que me aclarase que estaba ocurriendo. Y mientras, simplemente, me quedé en el sitio, esperando que algo sucediera, inmóvil.

Había sido la ultima en llegar de eso podía estar totalmente segura, y para ser sincera no no estaba comprendiendo nada de lo que estaba sucediendo ya que todo estaba siendo muy extraño o almenos desde mi punto de vista ya que aun no estaba segura ni del motivo de por que estaba aquí- sera mejor que después le pregunte a mi hermano....o a Jack...- mire lo que pasaba sin decir nada, pude ver a la otra persona un poco pero no mantuve la mirada mucho rato puesto que Jack empezó a hacer cosas extrañas, lo cual me hizo pensar que seria mejor no preguntarle a el nada, de primera sin decir nada se había puesto una mano en un ojo como si estuviera escondiendo algo o a lo mejor le molestaba algo, no estaba segura ya que eso no era habitual, después se quedo con una mano sobre mi hermano sin hacer nada bueno si hacia decir cosas para responder una pregunta pero la verdad solo estaba liando mas la cosa- ¿desde cuando Jack es así de raro?- mientras miraba lo que sucedía con interés pude notar como Kira se movía en mi hombro un poco inquieta así que la tranquilice un poco tapándole los ojos con una mano mientras iba con mi hermano ya que así me había indicado en ese momento aunque nada mas había visto que el se movía yo también había empezado a mover para no separarme mucho de el.

Me coloque al lado de mi hermano mientras mi vista se dirijio hasta el lago de manera curiosa para observar el símbolo que había aparecido en este- si las cosas no eran extrañas ara lo son mas....-suspiro un poco mientras me quedo observando lo que había aparecido en el agua intentado entender algo de lo que estaba sucediendo pero no era el caso, hubo un momento que escuche que Jack decía algo mas.