Conversación en el ramen (off)

Me acerqué tranquilamente a la tienda de ramen, y me senté. Pedi tranquilamente un plato de ramen, mientras jugueteo con un insecto que tengo oculto en mi manga, sin mostrarlo al público. Sé que no es muy de buen ver que estés con insectos en un lugar donde se come. La tienda estaba solitaria, solo estaba yo, y reinaba un silencio realmente que a cualquier persona le resultaría angustioso, pero a mí me resultaba bastante agradable. Me quedé mirando al vendedor de ramen, mientras preparaba mi Ramen, sin dirigirme palabra. Los primeros días que me conoció intentó establecer comunicación conmigo, pero ya sabía que era alguien que no solía hablar demasiado, por lo cual ya había dejado de intentar comunciarse conmigo, lo cual era bastante bueno. Pronto deja el plato de ramen cerca mía, y lo observo. Empiezo a comer lentamente, en tranquilidad, sin escuchar nada. Había tanto silencio que se pudo oír los pasos de alguien acercándose...

Era un día bastante soleado y con bastante personal y como días atrás llegue aun acuerdo con el vendedor de ramen, de llamar la atención de la gente y con solo intentarlo podría comer si fracasaba o triunfaba era lo de menos, me puse a cantar una de mis canciones favoritas

De repente todo el silencio desapareció del golpe, y fue sustituido por una melodía que apareció del golpe. Me extrañé bastante, así que me giré de un lado para otro en busca del lugar de donde salía tal música, y no necesite mucho tiempo para encontrarlo: una persona estaba cantando. Mi sorpresa se podía notar, no entendía por qué se pondría a cantar una persona en el puesto de ramen, de todas formas, no me importó demasiado. Bueno, es cierto, empecé a añorar el silencio, pero en fin. Sabía que no me iba a atrever a decirla nada, así que no me quedaba más que quedar callado. En mis pensamientos, me quedé mirándola durante unos instantes, sin darme cuenta de que lo estaba haciendo.

No tardé en maldecir mentalmente al observar como no tardó en parar de hablar y en hablarme. No, si solo tenía que desear una cosa para que suceda lo contrario. La observé un poco incómodo, pensando que le iba a decir ahora, pero di gracias de que ella no podía contemplar mi rostro, pues lo tenía tapado, porque si lo pudiera ver, podría notar con facilidad mi incomodidad. Me quedo unos momentos dubitativo, pensando en como diablos conseguir unas palabras que no me dejaran mal.
-Emm...-Recojo aire, y luego trato de decir algo que no me hiciera quedar como un paleto.-Creo que no, gracias.-¡Diablos! Eso ha sonado peor de lo que esperaba... traté de poner una excusa por haberme quedado mirándola, aunque sabia que no era el mejor inventando excusas, solo me quedaba rezar porque esto saliera bien:-Cantas muy bien...