La llegada de un nuevo shinobi.

Mire a la gigantesca aldea que se encontraba delante de mí. La gran aldea de la arena. La gran Sunagakure. Había sufrido duros entrenamientos, había sufrido mucho dolor... y lo había aguantado todo, para poder ingresar en esa aldea como un gran shinobi... pero, la verdad, estaba un poco asustado. Es cierto que había entrenado muy duro, y había ganado un gran potencial comparándome con mis antiguos resultados, pero, no podía fingir. En el fondo, sentía mucho, mucho miedo. Temía a que en el fondo todo mi entrenamiento hubiera sido en vano, temía que mi potencial fuera muy débil, y que todos fueran más poderosos que yo. Pero, pesé a que algo en mi interior me pedía que entrenara más antes de entrar en esa aldea, pero realmente sabía que había entrenado muchísimo, y estaba preparado para entrar en esa aldea. Suspiré, y me acerqué, lentamente, a la gran puerta que daba el acceso a la aldea. La imagen de fuertes shinobis en la puerta no me tranquilizaba, la verdad. Cuando estaba muy cerca de ellos, decidí hablar. Me mantuve lo más firme que pude, cuando dije:
-Saludos, soy Gisaku. He venido a esta aldea para continuar con mi camino de Shinobi.
Se me quedaron mirando fijamente, mi corazón empezó a latir más rápidamente, pero supe controlarlo de manera que no se notara. Al cabo de un buen rato, ellos, me dijeron:
-Adelante, puedes pasar.
Contento, pero manteniendo oculta mi felicidad al exterior, (empecé a pensar que no sé porque intentaba mantener siempre frío mi rostro, si de toda forma, hiciera las muecas que hiciera simepre acabaría por permanecer oculto bajo mis gafas y mi ropa, pero, de todas formas, mantener mis sentimientos ocultos al exterior siempre era una ventaja) dí unos cuantos pasos asta que me encontré ne la gran aldea de la Arena. Me quedé, durante unos minutos, embobado, mientras giraba mi cabeza, y contemplaba la magnifica aldea. La aldea, que ahora, iba a ser mi hogar.