Itachi y Kiba vs Paco y Akai (Off Rol)

Otra pelea aunque esta vez no iba sola pero me ponía un tanto nerviosa siempre a la hora de pelear, en esta ocasión era en el desierto un lugar que se podría decir "ideal" aunque eso no importaba solo sabia que tenia que tener cuidado como siempre no tenia ganas de morir y menos aquí así que prepare para cuando apareciera el enemigo ya que estaba segura de que no tardaría en llegar.

Mire un poco hacia arriba mientras activaba el Shakugan en mi ojo, el sol estaba en la parte mas alta del cielo despues volvi mi vista hacia Gisa un momento ya que estaba a mi lado y despues volvi a mirar a mi alrededor esperando a que los otros vinieran.

Spoiler:

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No pude mantenerme. Alcé los brazos al cielo, y disfruté del golpe de viento caliente que me sacudían. Ese día estaba realmente bien, era un efecto que solía producir en mí el desierto. Dí un par de vueltas sobre mismo, disfrutando un momento, y luego me quedé en el sitio, observando, curioso, a mis rivales. Pude notar el sharingan en uno de mis rivales... Interesante, así que iba a luchar contra alguien con el sharingan. Bien, acabaría por sacarle los ojos, si fuera necesario.
Ojee a mi compañera, que resultó ser mi querida hermanita. Pude notar como ella no era menos y activaba su doujutsu. Bien, pues yo iba a ser más y no activaría ningún doujutsu, porque no lo necesito. Y bueno, influye también que no puedo activar ninguno en este momento... pero, no lo necesitaba, así que, ¿para que activar algo que no vas a necesitar?
Analizando tanto el terreno como los rivales, fui pensando en distintas cosas que podía hacer. Y como ya tenía distintas posibilidades, decidí dejar que el tiempo pasara. Que todo pasara. Observo a mi hermana, y le pongo mi brazo izquierdo sobre su hombro izquierdo, en forma de un peculiar abrazo.
-Bueno, hermanita, toca acabar con ellos, ¿no?-Lo dije sin preocuparme de que me oyeran. Es más, prefería que me oyeran.
Suspirando, decidí actuar, y empecé por una espada que tenía a la espalda, concretamente, una espada conocida por la espada del tigre, por las rayas blancas que esta tiene, y tras sujetarla fuertemente, le concedí un poco de mi chakra. La espada empezó a mostrar una capa de chakra verdoso... y con un corte limpio, sacudí un corte al suelo y un golpe de viento hizo que toda la arena fuera lanzada con violencia hacia mis oponentes,que pese a estar considerablemente lejos, se vieron atosigados por una rafaga de arena que les cegaría.
No era un golpe demasiado poderoso, simplemente, quería hacer algo, y lanzarles un poco de arena era algo, ¿no? luego, aún con la mano en le hombro de mi hermana, puse la espada en pose fensiva, cubriéndonos a ambos, y esperé la actuación de uno de mis rivales. O de ambos.