Misión Rango B: Escoltar al Feudal hasta Kirigakure

Me levanté y me vestí. Era hora de remodelar el estilo de su ropa. Cogí una camiseta vieja, como de vagabundo, algo manchada de..¿sangre? ¿Dé que sería? Igual era del antiguo casero, ni idea. Pero daba igual. En cuanto pantalones, por ahora sólo tenía el de siempre: un váquero, así que lo cogí y me lo puse. El día era mediterraneo, pero con algo de calor, no hacía falta chaqueta ni nada para abrigar. Salió de casa y como un día mas, se dirigió al tablón de misiones. Empezó a echar un vistazo.

- A ver qué tenemos por aquí..

Dijo a la vez que notaba una que le interesaba bastante.

- Oh, el Feudal de Kirigakure vino aquí y necesita un escolta para irse. Puede ser el momento perfecto para entablar conversación con el, inclusive de pedirle algo o que al menos, le reconociera.

Dijo en un tono de voz baja, para que no le oyera nadie, ni mucho menos, los de Kirigakure. Era de suponer que si venía el feudal, tenían que venir mas. Era mejor ser cauteloso.

Arranqué el cartel y lo metí en mi bolsillo. Como ya era habitual en casi todas las misiones, era ir a las puertas. Se podía apreciar que las misiones B eran mucho de salir de tu "casa".
Seguramente sería para habituarte a las demás.

- Hey, tu, ¿qué hablas?

Me giré al oir la voz de un joven. Especcioné su bandana y exactamente, era de Kirigakure. Al parecer había oído mi pequeña conversación en voz alta. Seguramente era sensor.

- Hola.

Dije secamente, haciéndome el tonto esperando que podría pasar. Igual sólo me quería saludar o simplemente entablar conmigo una conversación sobre...¿la economía de Kirigakure? Sinceramente, Kirigakure y Amegakure eran como primas hace antaño, según libros de la biblioteca general de Amegakure. Hasta que se separaron debido a la dictadura del tercer Mizukage, Quería hacer a Kirigakure indenpendiente, ya que tenía recursos económicos suficientes para valerse por sí misma.

- ¿Eres el que ha cogido la misión del feudal?

¿Este tío era tonto? Claro que sí. Si le respondía ahora, simplemente le diría una barbaridad. Me limité a asentir con la cabeza de forma lenta y convincente, esperando su respuesta.

- Sígueme, yo te llevaré. Pero nunca hables con el feudal, no le dirijas la palabra en todo el camino si el no lo hace. Simplemente límitate a hacer tu trabajo, que es escoltarle 5 kilómetros de aquí a Kirigakure.

Finalmente llegamos a la puerta de Amegakure y el shinobi que me condujo desapareció.
Tal como dijo, el feudal no me dirigió ninguna palabra, solamente comenzó a andar y me puse delante de el, alertandome con todos los sentidos. Esta misión era demasiado importante para fallar, escoltar un feudal no es moco de pavo. Era muy importante todo esto, se jugaba aquí un reconocimiento incluso.

Faltaban pocos kilómetros, y sentí algo. Un ninja, para ser exactos. Estaba absorviendo chakra de el hace bastante tiempo y según analizo, va a atacar dentro de nada, pero se donde esta, cuando y como atacará.
Estoy absolutamente preparado.

Al cabo de un rato no muy largo, estabamos a 500 metros de Kirigakure y la espera del shinobi que quería la cabeza del feudal no iba a tardar en pasar a la acción.

- ¡Aaaah!

Saltó encima de mi para neutralizarme, pero le lanze chakra de su naturaleza: raiton y quedó totalmente frito. El feudal sólamente siguió adelante y cuando estaba el la puerta, me dedicó algunas palabras.

- Bien hecho, chico